La Mola de Menorca

Por: Alejandra Fernandez

La fortaleza de la Mola es el monumento mejor conservado y la muestra más relevante de la importancia que ha tenido a lo largo de los siglos el puerto de Mahón para las primeras potencias mundiales navales. La enorme dimensión del puerto, con su forma de embudo que facilitaba su defensa, su calado y su situación al abrigo de los vientos le han conferido un puesto privilegiado entre los amarres naturales más codiciados del Mediterráneo. La Mola es una de las mayores fortalezas europeas.

La Mola de Menorca

Esta situación tan ventajosa sobre otros puertos es la causa de que desde la Edad Media surgieran alrededor de la bocana del puerto diferentes fortificaciones con fines militares para defender las posiciones frente al enemigo. De todas ellas la más grande y compleja es sin duda la Mola.

Los ingenieros iniciales de esta compleja obra fueron los ingleses. En 1708 iniciaron la construcción de la Mola, bajo el nombre de fuerte de Santa Ana, concebida como un pequeño fuerte con dos torres de defensa: Saint Clair y Erskine.

El fuerte inglés nunca llegó a finalizarse por completo y fueron los españoles los que en 1840, ante el temor de una posible ocupación francesa al ser paso natural desde las costas francesas hacia su colonia argelina, cuando se decide fortificar de nuevo la isla. A esta nueva construcción se le otorgan las últimas innovaciones de la época en materia de defensa, inaugurándose en 1852 con el nombre de Reina Isabel II.

Además de su valor arquitectónico e histórico, este enclave tiene un gran calor paisajístico, ya que desde aquí el visitante tendrá unas vistas privilegiadas de la entrada al puerto de Mahón, así como un gran valor natural, y es que La Mola está considerada como Zona Especial para la de Aves.

Cómo llegar a la fortaleza de la Mola:

La Mola está situada en la bocana del puerto de Mahón, en la punta más oriental del puerto unida a tierra por un pequeño extremo por el cual transcurre la única via de acceso por tierra.

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